Bodyguard 7

El BODYGUARD 7 es el último desarrollo de parapente en el segmento de clase superior EN-A. Las equilibradas características de vuelo y material lo distinguen como un compañero especialmente adecuado desde los primeros vuelos de altura hasta el vuelo térmico y las primeras experiencias a campo traviesa.

Gracias a la ligereza de la tela, sus características de despegue hacia delante y hacia atrás se encuentran definitivamente entre las mejores y más fáciles del parapente.

Al mismo tiempo, el morro del perfil y la vela superior son robustos con el uso de la tela más pesada de 5 g/m² y son incluso muy adecuados para el uso en entrenamiento o el manejo frecuente en tierra.

Rendimiento de planeo de la clase B

En el aire, el BODYGUARD 7 impresiona con un planeo que hasta 2015 todavía marcaba la clase B. En las térmicas gira plano, con muy poco hundimiento y sin sumergirse; esto también lo confirman los pilotos de prueba, que siempre fueron los más altos en las zonas de vuelo durante la fase de pruebas.

La razón de ello es la bajísima tasa de hundimiento, que, gracias a la mayor superficie media de 2 metros cuadrados con una reducción de 0,1 m/s, representa una mejora en el rendimiento de ascenso de alrededor del 10% en comparación con la mayoría de las demás capotas de casi todas las clases.

Su velocidad de despegue es baja, lo que supone una enorme ventaja en terrenos alpinos con poco viento a favor. También facilita el aterrizaje, sobre todo al principio. La velocidad de trimado de 33-36 km/h -dependiendo del peso de suspensión- es lo suficientemente alta como para poder volar con seguridad contra el viento en un entorno meteorológico serio.

Cuando el viento se levanta o para los principiantes en vuelo de travesía, la velocidad puede aumentarse hasta 44 a 48 km/h, según la carga, utilizando el sistema de velocidad.

Ayudas para el descenso

El B-Stall es fiable y, al contrario que sus predecesores Bodyguard 1 a 3, fácil de volar. El parapente se inclina ligeramente hacia atrás en la fase de iniciación, absorbe el hundimiento y se mantiene muy estable incluso cuando se opera de forma asimétrica. Debido a su mayor superficie, la velocidad de hundimiento de 10 m/s es algo menor que la de otros modelos.

El rechazo o la puesta en marcha se producen inmediatamente sin demora. La ayuda más común para el descenso es la orejera. Las líneas exteriores están muy bien marcadas. Permiten una fácil iniciación para una condición de vuelo tranquila con una mayor tasa de caída, que puede aumentarse de 2,5 m/s a 3,5m/s mediante un acelerador.

El rechazo se produce de forma independiente inmediatamente. Sólo he volado la inmersión en espiral unas pocas veces con el BODYGUARD 7. El planeador tiene líneas comparativamente más largas, lo que provoca fuerzas centrífugas algo mayores en la maniobra. Por lo tanto, esta maniobra sólo debe realizarse con entrenamiento.

Con velocidades de hundimiento superiores a 10 m/s, se requiere un estilo de vuelo activo para la recuperación, de modo que no se llegue a una posgiro. Sin embargo, el vuelo activo es de todos modos la base para volar o experimentar espirales, que se consideran la ayuda más atractiva para el descenso.

En el rango de peso superior, el parapente se vuelve muy ágil, lo que también significa un aumento de la dinámica en todas las condiciones de vuelo extraordinarias debido a la menor amortiguación del alabeo. Los pilotos con talento pueden experimentar sus primeras paradas, retrocesos, helis y saturaciones en el BODYGUARD 7 en particular. Me divertí mucho porque todas las maniobras son más lentas y, por lo tanto, aún pueden ser experimentadas por los pilotos de prueba de mayor edad.

Condiciones de vuelo extremas

Las condiciones de vuelo extremas también son extremadamente raras y prácticamente sólo pueden darse tras una sobrecarga meteorológica. Básicamente, el perfil de la campana se considera uno de los más estables al colapso y resistentes al fallo en el desarrollo de parapentes hasta la fecha (cf. DHV Safetyclass Emotion 3, (mismo perfil)).

Nota: Todas las maniobras de vuelo mostradas en este vídeo son provocadas deliberadamente por el piloto para demostrar el comportamiento de vuelo extremo del parapente.

Si se produce un colapso, el parapente reaccionó con una dinámica generalmente baja en innumerables pruebas. En las plegadas, se aleja entre los 90 (sólo en las plegadas con alas hasta un máximo de 180°), se dispara hacia delante de forma moderada y, gracias a la única baja tasa de hundimiento, obtuvo mi máxima nota personal en la impresión general para el rango de peso bajo a medio.

El comportamiento de colapso más fácil sólo se observó con las cúpulas con datos de rendimiento más bajos en todos los parapentes que conozco (cf. pruebas prácticas de instructor de vuelo Papillon). Los colapsos frontales van seguidos de una reapertura inmediata tras una inclinación moderada. Con todo, incluso con estos colapsos hay comparativamente poco dinamismo.

Mi conclusión

El parapente es la primera recomendación para el perfil medio de nuestros clientes debido a nuestra necesidad de seguridad y nuestra pretensión de prometer las características de vuelo más equilibradas*.

–Andreas Schubert, CEO Papillon Paragliding

*Mayor rendimiento medible en vuelo sin motor y al mismo tiempo el vuelo extremo más seguro probado